martes, 13 de marzo de 2018

Formas de enseñar

Hola a todos...

Hace mucho tiempo que no escribía, y pienso yo que es porque sentía que no tenía nada relevante sobre qué escribir...

Pero hoy... creo que vencí uno de los obstáculos mas difíciles en mi vida de mamá.

Primero déjenme retroceder unos meses en el tiempo. Prometo no será largo.

En setiembre del año pasado me quedé sin trabajo debido a la coyuntura actual. Mi esposito me dio la idea de no trabajar por un tiempo y aprovechar para pasar tiempo de calidad con Cayetana.

Desde que ella nació yo trabajé sin parar. Casi no salía de vacaciones, sólo cuando ella salía de vacaciones en el nido o en el colegio y por ahí en la semana de su cumpleaños.

Trabajaba de 8.30 am a 7pm de lunes a viernes. Lo que significa que por las noches la veía sólo un rato porque se iba a dormir, y los fines de semana pues muchas veces lo utilizábamos para hacer todas las cosas que quedaron pendientes para la casa, como limpieza, lavar la ropa, compras y demás.

Lo sé... que horribles padres que no le dedican tiempo a su hija... de verdad intentábamos darle todo el tiempo del mundo... y hacer hasta lo imposible para que no se aburriera. Y no se nos ocurrió una mejor idea, pues que darle una tablet. ERROR!! en esta época electrónica y tecnológica mi enana vivió casi 3 años de su vida con una tableta en las manos.

Carlos tomó anoche la decisión de formatear su tableta, le borró todititititito y su premio a futuro será que cada vez que salga bien en sus notas se le instalará una aplicación que sea entretenida y a la vez educativa. Y amenazó con desaparecer la mía si no me ponía las pilas.

Cuando entró al colegio, yo fui feliz, porque su colegio tiene la metodología de NO tareas y NO exámenes (regio no???)... yo pensaba eso porque estaba en Kinder o primer grado (y en esos años nadie repite); pero ahora, ya está en segundo grado, ya la cosa cambió. Y con segundo grado empezaron las crisis de "NO QUIERO ESTUDIAR" y su hermana "NO ME GUSTA EL INGLÉS".

Los que me conocen a profundidad, saben que tengo muy pero muy poca paciencia... para todo... Entonces, cuando me llegaron estas crisis, yo me dije ¿y ahora?? LA CAGADA!! ME CAGUÉ!! 

Sé que es mi responsabilidad hacer o ver que mi hija estudie. No voy a ser tan desgraciada de enyucarle eso a mi esposo también (créanme lo pensé),  pero él es que trabaja ahora... y llega realmente cansado.

Cayetana es media floja.. desde  ya lo voy viendo, y en parte es culpa nuestra por no hacer nada para evitarlo. Y empezó con los dictados en inglés. Así que se imaginarán las crisis juntas no???

Ayer me fue maaaaaaal!!! pero mal!! al punto de la frustración y el llanto por ambas partes. Ella porque no quería estudiar y yo porque no sabía cómo hacer para que le entre la lección.

Cuando mi esposo llegó a la casa, vio un campo de guerra minado y atrincherado y un par de locas gritando y llorando (mi hija y yo). Obviamente el entró a arbitrar... habló con las dos y al rato mandó a dormir a Cayetana (ya había llegado su hora de dormir).

Yo que estaba frustrada, molesta y con la presión por las nubes no sabía qué hacer... o qué decir.

Carlos es bien calmado y ecuánime (la mayoría de veces), y me hizo entender que literalmente ahora depende de mi el desempeño académico de Cayetana. Que si no pienso meterme de cabeza en eso, pues a buscar chamba se ha dicho... y la verdad, yo todavía no quiero volver.

Así que me pidió que busque formas de hacerle aprender en forma divertida, que le haga fácil entender y segur las pautas para que estudie.

Así que hoy la dejé en el colegio y regresé a la casa. No me quedé en el Starbucks como siempre a tomar mi cafecito porque sino me quedaba hasta las 10. Bueno, regresé a la casa y me puse a buscar formas de enseñanza divertidas. Y la verdad no encontré mucho, o algo que valga la pena (a mi parecer).

Hasta que me acordé cómo gané el concurso de spelling bee en el colegio.

Me hicieron unas tarjetitas con letras y me decían una palabra y yo la formaba. Así que, hice eso. Cogí cuanta hoja bond encontré en la casa y me puse a cortar y cortar; y a cada papelito le ponía una letra. Le toca dictado de los números de fifty-one (51) a One hundred (100), así que se imaginarán, pues como mierda de papelitos con letras de colores.

Y adivinen qué!!!??? LE ENCANTÓ!!! hizo todos los números. No puedo decir sin errores, pero lo hizo. Sola y feliz. Yo no renegué (sí sí.. ya entreguen el Oscar nomás), ella entendió, ella aprendió, no se aburrió. Me sentí orgullosa por las dos. Por ella y por mi.

Y le hice una promesa. Una que pienso cumplir. Le he prometido que todo lo que haga para enseñarle algo va a ser divertido. Para pasar más tiempo de calidad y alejadas de las tabletas. Le prometí también que el tiempo que sea SU TIEMPO será sin tabletas ni tecnología (sólo para contarle los avances a papá a través del whatsapp). Dejaré de lado a mis Chamacas por unas horas al día (lo siento amigas!!!). Me alejaré del Facebook, YouTube y Netflix mientras esté con ella. Son horas invaluables con mi hija. Hoy creo que ha sido uno de los mejores momentos que hemos tenido juntas. Y dicho sea de paso, me está haciendo caso. 

Creo que esto de buscar enseñanzas divertidas va a cambiar tanto su forma de ser como la mía (eso espero), para poder llevar una vida más feliz y tranquila.

Les dejo una fotito de lo que hice (perdón el desorden)


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